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La importancia de una estrategia corporativa de sostenibilidad para las empresas y el medio ambiente  

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En el escenario actual, el aumento del beneficio y la mejora del impacto ambiental no son objetivos mutuamente excluyentes, sino pilares interconectados. La creciente concienciación global sobre los impactos ambientales, junto con una preocupación cada vez mayor por la responsabilidad social, ha generado una transformación en la forma de actuar de las empresas.

En este artículo exploramos la importancia de una estrategia de sostenibilidad corporativa, que supera las limitaciones tradicionales del beneficio y considera los impactos sociales y ambientales en la toma de decisiones. Además, presentamos cómo la integración de modelos de negocios sostenibles y la adopción de criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobierno) están redefiniendo el escenario empresarial moderno. Finalmente, analizamos la necesidad de alinear los objetivos a corto plazo con metas de sostenibilidad a largo plazo y proyectamos el escenario futuro de los modelos de negocios que abrazan la sostenibilidad como componente fundamental de su ADN corporativo.

Este texto pretende presentar las ventajas intrínsecas de la adopción de una estrategia de sostenibilidad corporativa, tanto para la salud financiera de las empresas como para el bienestar del planeta.

¿Qué es una estrategia de sostenibilidad?

Una estrategia de sostenibilidad es un plan completo y orientado por objetivos que una organización desarrolla para incorporar consideraciones ambientales, sociales y de Gobierno (ESG) en sus operaciones, toma de decisiones y cultura empresarial. Esta estrategia tiene como objetivo principal alinear las prácticas y metas de la empresa con los principios de sostenibilidad.

Una estrategia de sostenibilidad va más allá de acciones aisladas o iniciativas puntuales de responsabilidad social o ambiental. Esta estrategia integra los principios de sostenibilidad en los procesos de negocios centrales, con el objetivo de crear valor a largo plazo, tanto para la empresa como para la sociedad en general. Esto implica entender cómo las actividades de la empresa afectan cuestiones como el cambio climático, el uso de recursos naturales, los derechos humanos, la diversidad e inclusión, la ética en los negocios y la transparencia, entre otros.

Una estrategia de sostenibilidad exitosa no solo mitiga riesgos, sino también crea oportunidades de innovación, crecimiento, atracción y retención de talentos, además de mejorar la reputación y el valor de la marca. La sostenibilidad debe ser incorporada en la cultura de la empresa, desde la alta administración hasta cada nivel operacional, para garantizar su eficacia.

¿Por qué es importante una estrategia de sostenibilidad?

Una estrategia de sostenibilidad es importante para las empresas por diversas razones, que trascienden los beneficios ambientales y sociales. Al considerar factores ESG (Ambientales, Sociales y de Gobierno) y al implementar una estrategia sostenible, las empresas pueden cosechar una serie de ventajas significativas a varios niveles:

Reducción de costes:

Estrategias ESG tienen un impacto directo en la reducción de costes, al promover la eficiencia de los recursos. A través de la implementación de prácticas sostenibles, como la reducción del consumo de energía y agua, la optimización del uso de materias primas y la mejora de la logística, las empresas pueden disminuir los gastos operacionales y mejorar su desempeño financiero.

Crecimiento de las ventas:

Los factores ESG ejercen influencia en las preferencias de los consumidores. Muchos clientes prefieren productos y servicios sostenibles, lo que puede resultar en un aumento en las ventas. Además, empresas con buenas puntuaciones ESG reciben, frecuentemente, condiciones favorables de instituciones financieras, ya que se perciben con un menor riesgo.

Estímulo a la innovación:

La sostenibilidad puede impulsar la innovación dentro de las organizaciones. La necesidad de trabajar de forma sostenible motiva a las empresas a buscar soluciones innovadoras con menor impacto ambiental, como el desarrollo de materiales reciclables, la reducción de residuos y la adopción de tecnologías más limpias.

Atracción y retención de talento:

Una estrategia ESG puede ayudar a las empresas a atraer y retener talentos cualificados. Empleados, especialmente de la generación más joven, buscan trabajos con un propósito y son atraídos por empresas que se preocupan por la sostenibilidad. Una propuesta de valor de ESG sólida, puede aumentar la satisfacción en el trabajo y la productividad.

Reducción de riesgos:

Criterios ESG ofrecen un enfoque integral para la gestión de riesgos. Al incorporar normas relacionadas con la gestión ambiental, seguridad de los trabajadores, derechos humanos y cumplimiento con leyes y regulaciones, las empresas pueden mitigar riesgos asociados a multas, acciones legales y daños de reputación. Inversores también ven las políticas ESG fuertes como indicadoras de una gestión de riesgos eficaz.

Tabla de las 5 razones para una estrategia de sostenibilidad (Reducción de Costes; Crecimiento de Ventas; Estimular la Innovación; Atracción y Retención de Talento; Reducción de Riesgos) y los beneficios de cada una

En resumen, una estrategia de sostenibilidad no solo contribuye a la salud del planeta y de las comunidades, sino que también ofrece ganancias tangibles en términos de eficiencia, crecimiento del negocio, innovación, atracción de talentos, reducción de riesgos y desempeño financiero. Es un enfoque que no solo se alinea con los valores modernos, sino que también impulsa el éxito sostenible a largo plazo de las empresas.

Construir una estrategia de sostenibilidad robusta con modelos de negocio sostenibles

Actualmente, construir una estrategia de sostenibilidad robusta con modelos de negocios sostenibles es un imperativo para todas las empresas. integrar la sostenibilidad en el corazón de la estrategia empresarial es esencial para no solo satisfacer las expectativas de los stakeholders, sino también para garantizar la resiliencia a largo plazo y la creación de valor duradero.

Definición y explicación de un modelo de negocio sostenible

Un modelo de negocio sostenible es un enfoque estratégico adoptado por empresas que buscan equilibrar sus objetivos financieros con el impacto positivo en las dimensiones ambiental, social y de Gobierno (ESG). A diferencia de los modelos de negocios tradicionales, que pueden dar prioridad exclusiva al beneficio, un modelo de negocio sostenible y eficiente incluye consideraciones más amplias para garantizar que la empresa contribuye de forma responsable a la sociedad y al medio ambiente.

Este modelo tiene como objetivo crear valor económico, social y ambiental, yendo más allá de la maximización del retorno financiero a corto plazo. Esto implica, por ejemplo, la integración de prácticas de eficiencia energética, el uso responsable de recursos naturales, la promoción de la diversidad e inclusión, el respeto por los derechos humanos o la transparencia en las operaciones.

Principales elementos de una estrategia de sostenibilidad

Una estrategia de sostenibilidad abarca varios elementos esenciales que guían las acciones de la empresa hacia prácticas más responsables y sostenibles. Algunos de los principales elementos son:

Compromiso de la alta dirección:

La involucración y compromiso del liderazgo de la organización son fundamentales para el éxito de la estrategia de sostenibilidad.

Análisis de impacto:

Es importante realizar un análisis exhaustivo de los impactos ambientales, sociales y económicos de las operaciones de la organización para identificar áreas de mejora.

Objetivos claros:

Definir metas y objetivos de sostenibilidad específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos (SMART) para guiar el progreso.

Normas y procedimientos:

Desarrollar normas y procedimientos que aborden cuestiones ESG, y garantizar que son comunicados e implementados en toda la organización.

Involucración de Stakeholders:

Identificar e involucrar a los principales stakeholders, como empleados, clientes, proveedores, comunidades locales y accionistas, para obtener apoyo y retroalimentación en relación con la estrategia de sostenibilidad.

Evaluación de riesgos y oportunidades:

Evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con la temática de la sostenibilidad que pueden afectar a la organización y desarrollar planes para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades.

Informes y transparencia:

Comunicar de manera transparente los avances y desafíos relacionados con la sostenibilidad a través de informes periódicos.

Innovación sostenible:

Fomentar la investigación y desarrollo de productos y procesos más sostenibles que reduzcan el impacto ambiental.

Conformidad legal y regulatoria:

Cumplir con todas las leyes y regulaciones relacionadas con la sostenibilidad de la industria o región.

Evaluación de desempeño y mejora continua:

Medir regularmente el desempeño en relación con las metas de sostenibilidad establecidas y revisar la estrategia para implementar mejoras.

Educación y formación:

Brindar formación a los empleados sobre cuestiones de sostenibilidad para promover la adopción de prácticas más sostenibles en el lugar de trabajo.

Colaboración externa:

Colaborar con otras organizaciones, gobiernos, ONG e iniciativas de la sociedad civil para abordar desafíos globales de sostenibilidad.

El proceso de desarrollo de una estrategia de sostenibilidad

Más que una estrategia de sostenibilidad, las empresas deben elegir una estrategia empresarial sostenible. La sostenibilidad debe estar totalmente integrada en la estrategia de la organización.

El desarrollo de una estrategia sostenible requiere un proceso bien estructurado:

Revisar y planificar la estrategia de negocio:

El punto de partida es la definición de una estrategia de negocios que sea intrínsecamente sostenible. Esta estrategia debe estar anclada en convicciones sólidas, ser distintiva, relevante para los stakeholders, alineada con el mercado y reflejar el propósito de la empresa.

Desplegar la estrategia hasta el punto de impacto:

Sin planes de acción, no hay estrategia. Es en el punto de impacto donde la estrategia se materializa con indicaciones objetivas de ‘qué’, ‘cuándo’, ‘cómo’ y ‘cuánto’ queremos lograr. Esto implica la formulación de metas de sostenibilidad que deben comunicarse públicamente.

Implementar las iniciativas estratégicas disruptivas:

Seguir un enfoque estructurado es fundamental para garantizar el éxito de mejoras revolucionarias, maximizar los resultados y asegurar que se perpetúen. Utilizar un marco de mejora ESG puede ser fundamental para implementar proyectos revolucionarios, como la reducción de las emisiones de transporte, el aumento de la eficiencia energética o la mejora de la motivación de los empleados.

Supervisar los resultados e implementar contramedidas:

Los informes de ESG deben funcionar como un espejo fiel del esfuerzo continuo en la búsqueda de las prioridades establecidas y del alcance de los objetivos estratégicos. Supervisar el progreso es vital para evaluar el impacto de las acciones e identificar áreas que necesitan ajustes. Cuando los resultados no corresponden a las expectativas, es importante implementar contramedidas eficaces para garantizar que la estrategia permanezca en el curso correcto.

Al seguir estos pasos, las empresas pueden crear una base sólida para una estrategia sostenible integral y efectiva, que no solo aporte beneficios financieros, sino que también contribuya a un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad.

Durante el proceso de definición, despliegue e implementación de la estrategia, es ventajoso utilizar las metodologías Lean y los principios KAIZEN™, ya que estas no solo facilitan, sino que también aseguran la calidad de los resultados.

Los 3 pilares de la sostenibilidad empresarial

La sostenibilidad corporativa se fundamenta en los tres pilares esenciales del ESG:

  • Medio Ambiente: aborda la gestión responsable de los recursos naturales, la reducción de impactos ambientales, la eficiencia energética, la conservación del agua, el uso de materiales sostenibles y la mitigación de los cambios climáticos.
  • Social: involucra la promoción de la diversidad e inclusión, el respeto por los derechos humanos, la mejora de las condiciones de trabajo, el respeto por las comunidades locales y la responsabilidad hacia los stakeholders.
  • Gobierno: se centra en la transparencia, ética en los negocios, rendición de cuentas, prácticas de gobierno sólidas y garantía de que las decisiones estén alineadas con los intereses de todos los stakeholders.
ESG - Definición
Ambiental: Prácticas relacionadas con el impacto ambiental de una empresa, incluidas cuestiones como las emisiones de carbono, la gestión de residuos, la eficiencia energética y el uso sostenible de los recursos naturales.
Social: Prácticas sobre el impacto de la empresa en la sociedad y las relaciones con los grupos de interés, abordando temas como diversidad e inclusión, condiciones laborales, derechos humanos y responsabilidad comunitaria.
Gobierno: Prácticas relacionadas con la estructura de gobierno corporativo y los procesos de toma de decisiones de una empresa, incluida la transparencia, la ética, el cumplimiento normativo, la composición de la junta directiva y la gestión de riesgos.

Al integrar estos tres pilares, las empresas pueden construir un enfoque holístico de sostenibilidad, alineando sus objetivos financieros con responsabilidades más amplias hacia la sociedad y el medio ambiente.

Cómo se cruzan el ESG y la estrategia de sostenibilidad en el panorama empresarial moderno

Los conceptos de ESG y estrategia de sostenibilidad están intrínsecamente vinculados, trabajando juntos para impulsar el éxito corporativo de manera responsable y sostenible. El ESG es el resultado medible en relación con el desempeño global de sostenibilidad de una empresa.

En el escenario empresarial moderno, ESG juega un papel de creciente importancia. Se prevé que la sostenibilidad experimentará una rápida evolución a lo largo de la próxima década. Esto se debe a una serie de factores significativos, incluida la implementación de nuevas leyes y regulaciones, el aumento de las demandas por parte de consumidores y empleados, así como las crecientes expectativas de los inversores.

Las nuevas leyes y regulaciones impulsan la rendición de cuentas y la adopción de prácticas más transparentes y éticas. La creciente conciencia de los consumidores y empleados sobre cuestiones ambientales y sociales lleva a las empresas a considerar activamente su impacto y tomar medidas para abordar preocupaciones legítimas.

Además, los inversores reconocen cada vez más la importancia del ESG como indicador de rendimiento futuro. Ven el compromiso de una empresa con cuestiones de ESG como un factor crítico para la evaluación de riesgos y oportunidades de inversión.

Estos cambios están creando un entorno en el cual el ESG ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Las empresas se ven obligadas a adoptar enfoques más holísticos y sostenibles, que consideren los impactos económicos, sociales y ambientales en sus decisiones y acciones.

Alinear los objetivos a corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo

Alinear los objetivos a corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo es un principio fundamental para garantizar que las acciones y decisiones tomadas en el presente no comprometan la viabilidad y el éxito futuro de una organización. Esta alineación es una parte crucial de una estrategia de negocios sostenible y tiene implicaciones significativas para el desempeño financiero, social y ambiental de una empresa. Algunas formas mediante las cuales las empresas pueden lograr este alineamiento:

Integrar objetivos de sostenibilidad (ESG) en metas a corto y largo plazo:

Al establecer metas a corto plazo alineadas con los objetivos a largo plazo, es esencial incorporar consideraciones de sostenibilidad. Esto significa establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) que reflejen no solo objetivos financieros, sino también progreso en métricas ambientales y sociales.

Planificación holística y prioridades estratégicas:

Las empresas deben adoptar un enfoque holístico en la planificación, considerando los impactos de las decisiones actuales en las operaciones futuras. Esto implica evaluar cómo las acciones a corto plazo pueden influir en la reputación de la empresa, los riesgos ambientales y la satisfacción a largo plazo de clientes y empleados. Los objetivos a corto plazo deben ser priorizados según su impacto en la sostenibilidad a largo plazo.

Incentivos y reconocimiento:

Para fomentar la alineación, las empresas pueden vincular incentivos y recompensas a resultados sostenibles a corto plazo que contribuyan a objetivos a largo plazo. Esto demuestra el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y motiva a los empleados a actuar de manera responsable.

Comunicación transparente:

Es importante comunicar tanto interna como externamente cómo los objetivos a corto plazo contribuyen a la visión de sostenibilidad a largo plazo. La transparencia refuerza el compromiso de la empresa y construye confianza entre los stakeholders.

Monitorización continua:

Seguir regularmente el progreso hacia las metas a corto plazo es esencial para garantizar que la empresa esté en el camino correcto hacia la sostenibilidad a largo plazo.

La alineación de objetivos a corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo no solo fortalece la resiliencia de la empresa, sino que también la posiciona para enfrentar desafíos emergentes y capitalizar oportunidades futuras. Esto demuestra un compromiso con la responsabilidad corporativa y la construcción de un legado duradero.

El futuro de los modelos de negocios sostenibles

El futuro de los modelos de negocios sostenibles es prometedor y se está volviendo cada vez más central para el éxito empresarial. A medida que la conciencia sobre los desafíos ESG aumenta, las empresas reconocen la necesidad de adoptar enfoques más responsables y sostenibles para operar. Aquí presentamos algunas tendencias que indican el camino que los modelos de negocios sostenibles pueden seguir en el futuro:

Integración total de la sostenibilidad:

Los modelos de negocios sostenibles ya no serán vistos como complementos, sino como parte intrínseca de las operaciones. La sostenibilidad estará incorporada en todas las decisiones y prácticas comerciales, desde la cadena de suministro hasta la cultura organizacional.

Economía circular:

Las empresas están adoptando enfoques circulares, diseñando productos y procesos para minimizar residuos y maximizar la reutilización de recursos.

Innovación sostenible:

La búsqueda de innovaciones que satisfagan las necesidades del mercado y, al mismo tiempo, reduzcan el impacto ambiental será una prioridad.

Digitalización y tecnología:

Tecnologías como inteligencia artificial, Internet de las cosas (IoT) y análisis de datos se utilizarán para optimizar procesos, monitorizar el desempeño ambiental y mejorar la eficiencia operativa, lo que resultará en prácticas más sostenibles.

Transparencia y trazabilidad:

Los consumidores e inversores exigirán mayor transparencia con respecto a las prácticas de sostenibilidad de las empresas. Las tecnologías de trazabilidad permitirán que los stakeholders sigan el origen y el ciclo de vida de los productos.

Colaboración y asociaciones:

La resolución de desafíos globales requerirá colaboración interindustrial y asociaciones con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esto puede resultar en esfuerzos conjuntos para abordar cuestiones como el cambio climático y la desigualdad social.

Inversiones sostenibles:

La creciente demanda de inversiones socialmente responsables llevará a las empresas a demostrar de manera tangible su compromiso con la sostenibilidad para atraer a inversores conscientes.

Desarrollo local y comunidades sostenibles:

Las empresas se enfocarán cada vez más en contribuir al desarrollo de las comunidades donde operan, asegurando que sus actividades beneficien a las personas y al medio ambiente local.

Regulaciones más rigurosas:

Es probable que las regulaciones gubernamentales sobre sostenibilidad aumenten, presionando a las empresas a adoptar prácticas más responsables.

El futuro de los modelos de negocio sostenibles implica una transformación profunda en la forma en que las empresas operan, viendo la sostenibilidad no como una opción, sino como una necesidad. A medida que estas tendencias se consolidan, las empresas que adopten modelos de negocios sostenibles estarán mejor preparadas para enfrentar desafíos emergentes, atraer stakeholders y prosperar en un mundo cada vez más consciente y responsable.

¿Todavía tienes preguntas sobre la estrategia de sostenibilidad?

¿Qué es la sostenibilidad corporativa?

La sostenibilidad empresarial, también conocida como responsabilidad social corporativa (RSC) o responsabilidad corporativa, se refiere a la aproximación que las empresas adoptan para equilibrar sus objetivos económicos con aspectos sociales y ambientales.

¿Qué es ESG?

ESG es un acrónimo que representa tres factores cruciales utilizados para evaluar y medir el desempeño ambiental, social y de gobierno de una empresa u organización. ESG se utiliza como un conjunto de criterios para evaluar el desempeño general de una empresa en relación con temas de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.

¿Qué es un marco de ESG?

Un marco de ESG es una estructura o conjunto de pautas que las empresas utilizan para evaluar e informar el desempeño en relación con temas ambientales, sociales y Gobierno. Estas métricas se utilizan para medir el impacto de las actividades de una empresa en áreas como la sostenibilidad ambiental, la responsabilidad social y las prácticas de gobierno corporativo. Los inversores, reguladores y otros stakeholders están cada vez más interesados en evaluar el desempeño de las empresas en estas áreas, lo que ha llevado al desarrollo de marcos de ESG. Algunos de los más conocidos y utilizados son:

  • Global Reporting Initiative (GRI): este es uno de los marcos de informes de sostenibilidad más adoptados en el mundo. Proporciona pautas detalladas para que las empresas informen su desempeño en cuestiones de sostenibilidad, cubriendo una amplia gama de temas ESG.
  • Sustainability Accounting Standards Board (SASB): desarrolla estándares específicos para diferentes sectores, ayudando a las empresas a identificar e informar los indicadores ESG más relevantes para su industria.
  • Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD): se centra específicamente en la divulgación de información relacionada con el cambio climático y los impactos financieros en las empresas.

La elección de un marco de ESG depende de la industria, los objetivos y las prioridades de la empresa. Estas estructuras ayudan a las organizaciones a medir y comunicar su desempeño ESG de manera consistente y transparente, lo cual es cada vez más importante para atraer inversores, cumplir con las expectativas de los clientes y cumplir con las regulaciones relacionadas con la sostenibilidad.

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