Si las organizaciones quieren reducir los riesgos que supone el cambio climático, construir una sociedad más justa y generar crecimiento, deben crear sistemas y economías más sostenibles.

Una propuesta ESG más sólida puede ayudar a garantizar el éxito a largo plazo de las empresas, convirtiéndolas en agentes del cambio en la nueva economía sostenible. Las empresas que no adopten los principios ESG se arriesgan a perder valor de varias maneras.

¿Qué es ESG?

ESG es el acrónimo de Environmental, Social y Governance (Medioambiental, Social y Gobernanza) y es el resultado evaluable relativo al rendimiento global de una empresa en materia de sostenibilidad.

La sostenibilidad corporativa crea valor a largo plazo para las partes interesadas mediante la implementación de una estrategia que aborda las necesidades de los sistemas medioambientales, sociales y financieros en los que operan los negocios. El objetivo es que estos sistemas sean capaces de existir por tiempo indefinido.

Factores medioambientales en ESG

La sostenibilidad medioambiental consiste en la gestión por parte de las empresas de sus impactos medioambientales directos e indirectos, su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático, y su contribución a una economía descarbonizada.

Estos son los principales temas medioambientales:

1. Emisiones de carbono
2. Emisiones tóxicas
3. Eficiencia energética
4. Vulnerabilidad al cambio climático
5. Consumo de agua y gestión de las aguas residuales
6. Biodiversidad y utilización del suelo
7. Aprovisionamiento de materiales
8. Gestión de residuos y sustancias peligrosas
9. Diseño de productos y gestión del ciclo de vida
10. Tecnología ecológica/edificaciones ecológicas/energías renovables

Factores sociales en ESG

La sostenibilidad social está directamente relacionada con la gestión que las empresas hacen de las personas de su organización, así como de los proveedores, en la promoción del trabajo digno, las políticas de igualdad de oportunidades y equilibrio entre trabajo y vida personal, la formación continua y el respeto por los derechos humanos.

Los principales temas sociales son:

1. Relaciones en el lugar de trabajo (inclusión y diversidad)
2. Salud y seguridad
3. Desarrollo del capital humano (formación)
4. Atracción y retención del talento
5. Condiciones de trabajo en la cadena de suministro
6. Prevención y seguridad laboral
7. Seguridad y calidad de los productos
8. Seguridad y privacidad de los datos
9. Marketing justo y etiquetado de productos
10. Relaciones con la comunidad

Factores de gobernanza en ESG

La sostenibilidad de la gobernanza integra el compromiso de las empresas con la buena gobernanza, los códigos éticos y de conducta, la transparencia y la lucha contra la corrupción en los cuadros, los directivos y el equipo de gestión.

Los principales temas de gobernanza son:

1. Estructura del cuadro
2. Compensación de los trabajadores
3. Satisfacción de los clientes
4. Resistencia de la cadena de suministro
5. Ética en los negocios y transparencia en los pagos
6. Combatir la corrupción y la inestabilidad
7. Responsabilidad por el rendimiento
8. Gestión sistemática de los riesgos
9. Finanzas e inversiones responsables e impactantes
10. Reporting y divulgación

¿Cuál es la diferencia entre ESG y RSC?      

Recientemente, las organizaciones han reconsiderado la importancia de ESG para sus negocios. La sostenibilidad ya no se considera un aspecto secundario, sino un concepto amplio que integra el pensamiento de negocio estratégico.

Los estudios demuestran que 3 de cada 5 gestores (57%) ya han creado un grupo de trabajo ESG multifuncional responsable de gestionar la estrategia ESG, y el 42% está en proceso de hacerlo. 

Es cada vez más evidente que las organizaciones que están integrando ESG en la estrategia pueden obtener beneficios para el rendimiento y el valor sostenible de los negocios. Beneficios intangibles como el aumento de la confianza por parte de las partes interesadas y la reputación de la marca, así como beneficios más tangibles y mensurables como el aumento del rendimiento de la inversión, la reducción del riesgo y la mayor facilidad para atraer y retener talento.

¿Cómo puede el ESG ayudar a los negocios?

Los factores ESG se han convertido en impulsores esenciales del valor y el ESG puede ayudar a los negocios de varias maneras:

• Crecimiento de ventas
• Reducción de costes
• Aumento de productividad
• Reducción de riesgos
• Mejora de inversiones

Crecimiento de ventas

ESG atrae la preferencia de los consumidores. Los clientes están dispuestos a pagar para convertirse en «sostenibles». El compromiso con la sostenibilidad ocupa el primer lugar en las tendencias de consumo para los próximos años. El mensaje es claro: cada vez hay más consumidores con conciencia ecológica, cívica y social que compran el cambio que quieren ver en el mundo. Los consumidores quieren que las empresas piensen no sólo en su crecimiento, sino también en la calidad de vida de los trabajadores, los consumidores y todas las personas involucradas en la producción y el desarrollo de sus productos y servicios.

Una sólida propuesta ESG también ayuda a las empresas a entrar en nuevos mercados y a crecer en aquellos en los que ya hacen negocios. Cuando las entidades gubernamentales confían en las empresas, es más probable que tengan acceso a aprobaciones y licencias que ofrecen nuevas oportunidades de crecimiento.

Además, muchos bancos e instituciones financieras ofrecen a las empresas con buenas puntuaciones ESG condiciones especiales. La razón es que estas organizaciones son vistas como menos arriesgadas y con más probabilidades de pagar sus deudas.

Reducción de costes

Las estrategias ESG tienen un impacto directo en la reducción de costes. Permiten reducir los costes operativos, como los costes de las materias primas, el agua o la electricidad.

Hay estudios que demuestran que las empresas que aplican las estrategias más sostenibles son las que obtienen una mayor eficiencia en la utilización de los recursos y un mejor rendimiento financiero.

La reducción de costes puede lograrse mediante distintas soluciones, como:

• Reducir el consumo de agua;
• Reducir el consumo de energia y la conversión a energías renovables;
• Optimizar el consumo de materias primas, reduciendo los desperdicios;
• Producir productos reciclables o biodegradables;
• Reducir y reciclar los desperdicios generados y formar asociaciones para su tratamiento;
• Mejorar la logística mediante la optimización de las rutas.

Aumento de la Productividad

Tener trabajadores satisfechos e involucrados es una de las ventajas competitivas más importantes de las organizaciones. Una estrategia sólida de ESG puede ayudar a las empresas a atraer y retener el talento y aumentar la productividad general de los trabajadores.

Los estudios demuestran que los trabajadores felices son más productivos. Un sentido de propósito puede generar una mayor satisfacción. Cuanto mayor sea la percepción de un trabajador del impacto positivo de su trabajo, mayor será su motivación.

Por tanto, así como un mayor sentido de propósito puede inspirar a los trabajadores a actuar mejor, una propuesta de ESG más débil puede aumentar la insatisfacción y reducir la productividad. Dos de los ejemplos más claros son las bajas por enfermedad y las huelgas.

Las empresas verdaderamente sostenibles son más capaces de atraer y retener a los trabajadores que buscan una empresa que les proporcione un sentido de finalidad. Esto adquiere especial relevancia en la generación más joven. Los trabajadores modernos no quieren trabajar para empresas cuyas prácticas perjudican a la sociedad y al medio ambiente. En otras palabras, con una sólida estrategia ESG, es más fácil atraer a los mejores candidatos y mantenerlos en la empresa.

Reducción de riesgos

Las cuestiones medioambientales y sociales empezaron a adquirir una mayor relevancia en el análisis de riesgos y las decisiones de inversión.

Los criterios ESG pueden contribuir a un enfoque holístico de la gestión del riesgo. Como el ESG incorpora criterios de gestión medioambiental, condiciones de trabajo y seguridad, respeto de los derechos humanos, acciones contra el soborno y la corrupción, y cumplimiento de las leyes y reglamentos pertinentes, las empresas garantizan su cumplimiento evitando multas y otras sanciones previstas y asegurando el buen funcionamiento de toda la organización.

Por otra parte, los inversores también están más interesados en incorporar empresas con políticas ESG sólidas. Las organizaciones que gestionan bien el riesgo son las que tienen más probabilidades de atraer a los principales inversores. Estudios recientes muestran que el 89% de los inversores de los principales mercados mundiales consideran que el ESG es un criterio que considerar a la hora de evaluar una inversión.

Mejora de inversiones

Una estrategia ESG coherente puede influir positivamente en el rendimiento de las inversiones, al aplicar el capital a oportunidades más favorables y sostenibles.

Respecto a las cuestiones de sostenibilidad, es esencial ser proactivos, porque decidir no actuar se traducirá a menudo en una pérdida de dinero a medio y largo plazo. Mantener equipos con un elevado consumo de energía o procesos de producción con un gran desperdicio de materias primas son ejemplos de estas decisiones, en las que no hacer nada supone un coste para la empresa. Las inversiones para actualizar equipos, instalaciones o procesos pueden ser muy elevadas, pero posponer la decisión puede resultar aún más costoso.

Las empresas que se preocupan por los criterios ESG pueden identificar oportunidades e invertir en recursos más prometedores y sostenibles (como utilizar energías renovables, adoptar procesos ecológicos, etc.). La misma evaluación ayuda a las organizaciones a evitar inversiones que producen poco rendimiento, tienen un buen potencial para crear daños medioambientales y pueden contribuir a la mala reputación de la empresa.

¿Por qué los inversores se interesan cada vez más por ESG?

Por todas las razones anteriores, es fácil comprender por qué los inversores prefieren las empresas con buenos estándares ESG.

Las empresas con prácticas ESG coherentes suelen presentar un riesgo menor. La probabilidad de enfrentarse a problemas legales, sanciones o escándalos por cuestiones medioambientales, incumplimiento de la legislación laboral o corrupción es menor.

En los últimos años, los inversores se enfocan cada vez más en empresas con un impacto ESG favorable. Esto significa que las empresas deben exhibir un compromiso genuino con la sostenibilidad para atraer y mantener el capital de los inversores.

¿Qué es la inversión ESG?

Invertir en ESG significa realizar inversiones priorizando factores y resultados óptimos medioambientales, sociales y de gobernanza. La inversión en ESG es una forma de invertir «sosteniblemente» , en la que las inversiones se realizan respetando el medio ambiente, las personas y la sociedad y la economía.

A continuación, se presenta un diagrama elaborado por la OECD (Organisation de Coopération et de Développement Économiques). En la primera línea, hay una definición de los tipos de inversión, y en las líneas siguientes, una explicación de lo que se espera de cada tipo de inversión.

La inversión financiera convencional es la inversión tradicional, más conocida en el mercado, en la que no se consideran las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. El enfoque de estas inversiones es únicamente generar rendimientos financieros competitivos.

En el extremo opuesto está la inversión filantrópica, que no pretende generar ningún rendimiento para los inversores. El enfoque es crear algún impacto social o medioambiental.

Las inversiones ESG deben tener un impacto social o medioambiental, pero también financiero, lo que significa que deben generar valor. Estas inversiones tienen como objetivo obtener resultados para los inversores a corto, medio o largo plazo, al tiempo que generan «impacto ESG».

El futuro de ESG

Se prevé que el campo de la sostenibilidad evolucione de forma acelerada durante la próxima década. Desde nuevas leyes y reglamentos hasta demandas más agudas de consumidores y trabajadores, así como expectativas de los inversores.

Los informes ESG han recibido una atención notable en los últimos años, lo que ha contribuido a un «boom» de estándares, objetivos y reglamentaciones en materia de informes de sostenibilidad.

Ahora, muchas organizaciones afirman que las prácticas sostenibles son una ambición estratégica. Sin embargo, la sostenibilidad ha tenido una agenda paralela y todavía se gestiona como una iniciativa independiente, lo que provoca una ejecución desorganizada y un progreso lento.

Las empresas deben elegir una estrategia de negocio sostenible en lugar de una estrategia de sostenibilidad. El ESG debe integrarse plenamente en la estrategia corporativa y no subordinarse a otras estrategias de negocio más amplias.

Aquí están los 4 pasos para integrar la sostenibilidad en la estrategia de la organización:

• Revisar y planificar la estrategia del negocio: las empresas necesitan definir una estrategia ESG sostenida por la convicción, que sea diferenciadora, significativa para sus grupos de interés, que resuene en el mercado y que esté alineada con su propósito.
• Desplegar la estrategia hasta el punto de impacto. Sin planes de acción, no hay estrategia. Es en el punto de impacto donde se materializa la estrategia con directrices objetivas de «qué», «cuándo», «cómo» y «cuánto» queremos conseguir.
• Implementar las iniciativas estratégicas disruptivas. Seguir un enfoque estructurado es fundamental para abordar el éxito de las mejoras disruptivas, maximizar los resultados y garantizar su sostenibilidad.
• Supervisar los resultados e implementar contramedidas. Los informes de sostenibilidad deben ser un verdadero espejo del esfuerzo continuo por perseguir las prioridades y alcanzar los objetivos estratégicos.

Para mejorar la sostenibilidad corporativa en el futuro, las empresas deben pasar de la ignorancia a la ventaja competitiva.

Para que las empresas, el planeta y la sociedad tengan un futuro alentador, las empresas deben desarrollar una estrategia de negocio sostenible que actúe de forma coherente sobre los tres factores ESG.