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Cadena de Suministro 2023: Retos de la logística del futuro

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Kaizen Institute y la Cámara de Comercio de Madrid han reunido el pasado 19 de Abril a Deoleo, IKEA y Kuehne + Nagel para reflexionar sobre los principales retos de las cadenas de suministro en la actualidad y los retos de la logística del futuro.

Hitos como el Covid-19 han traído consigo grandes crisis a todos los niveles, desde el económico al social, etc. Y es que la baja probabilidad de que ocurriese cogió al mundo por sorpresa y sin preparación para lo que parecería una distopía. El 14 de Mayo de 2020, trajo consigo reducciones del consumo (10%), cambios en los comportamientos de compra, aumentando el consumo online (6%), la reducción del precio del petróleo (30$) o aumentos de emisión de dinero.

Antes de 2020, en un escenario en el que una distopía formaba parte de un escenario de ficción, el elevado foco en la reducción de costes, ha llevado a una importante deslocalización geográfica. El cierre de las fronteras chinas ha tenido gran impacto, generando graves problemas de suministro.

Esto unido a cambios radicales en los comportamientos de la demanda ha puesto a las compañías contra las cuerdas, requiriéndose gran flexibilidad en su producción, distribución o servicio. En 2021 se experimenta un efecto látigo, dejando en evidencia la previa gran bajada de consumo aguas arriba en la cadena, para posteriormente invertirse el efecto (según datos del INE, la evolución del consumo desde 2020 ha evolucionado de un -10%, +8% a un +6% anualmente).

Sin embargo, más que nunca, las cadenas de suministro se enfrentan al desafío de adaptarse rápidamente a los cambios constantes en los patrones de consumo, evitando roturas de stock, bajos niveles de servicio y aumento de los leadtimes. La fuerza del formato “online” conlleva un doble impacto a través del cambio en las unidades de manipulación y el modelo de suministro “last mile”, llegando a la propia puerta del cliente.

El coste del dinero, unido a los tambores de recesión forzó a las compañías a reducir sus stocks, manteniendo su nivel de servicio.

El sector además afronta grandes retos como la alta tasa de rotación de sus personas y el efecto conocido como “Great Resignation”, siendo que las personas se plantean como la base para afrontar cualquier desafío en estos tiempos inciertos.

En este contexto, compañías y operadores logísticos están buscando la agilidad en la entrega, la flexibilidad en la adaptación a los picos de carga y la eficiencia en costes como parte de sus ADNs, no solo por supervivencia sino para fortalecerse frente a los retos que depara el futuro, y aprovechar las oportunidades que este pueda tener preparado.

Además, por supuesto de todos los retos ESG que ya en el corto plazo suponen una realidad.

Los principales actores están actuando en función de drivers emergentes, como la sostenibilidad, las estrategias omnicanal, los blockchains y big data para ofrecer velocidad y fiabilidad a fin de conectar todos los puntos.

Sabino Urtiaga, National Sales + Marketing Manager en Kuehne + Nagel enfatizó que nos encontramos en un momento de transformación y de gestión de las expectativas, fundamentalmente del cliente, y que el principal reto de la logística actual radica en aportar un valor tangible, volviendo el sector atractivo.

Ana Tristán, Service Fulfillment Operations Manager en IKEA resumió en una frase la situación actual y el modo de actuar del grupo, “tienes que ser capaz de navegar en lo desconocido”, abrazar la incertidumbre, adaptarte y comunicar, teniendo como base a las personas.

Alberto Sáez, International Operations Director en Deoleo propone y aspira a poner en valor las áreas de supply chain, añadiendo valor a las marcas y enfatizando en la sostenibilidad. Coincidiendo en el cuidado y la formación de las  personas.

Insights. Principales tendencias y retos de la cadena de suministro y logística

  • Establecer estrategias de compra que no solo evalúen el precio de la pieza, sino su coste real y que tenga distintas fuentes de suministro, con el fin de reducir los riesgos.
  • Generar iniciativas proveedor- cliente que canalicen la cadena como un todo, permitiendo identificar operaciones y stocks duplicados.
  • Optimizar los costes de transporte más allá de la negociación. Trabajando sobre la ocupación de camión, por ejemplo, con nuevos embalajes y paletizados; siendo que este punto está muy directamente vinculado con los objetivos ESG, considerando materiales reutilizables y considerando la economía circular en su uso.
  • Acortar los flujos de información proveedor- cliente y hacerlos más frecuente (a través de tecnología y proceso), con el fin de minimizar el efecto látigo.
  • Entender la tecnología como una palanca para optimizar no sólo cada eslabón de la cadena, sino el conjunto.
  • Modelos de gestión del conocimiento y formación eficientes.
  • Potenciar el concepto de desperdicio y cultura de crítica al proceso, a nivel de gestión y terreno que lleve al cambio constante.

En definitiva, las cicatrices de todo lo vivido perduran y esas marcas son base del aprendizaje que servirá de base para afrontar los retos futuros. Trabajar con distintos escenarios, formar a las personas, revisar y evaluar los procesos de forma permanente, con base en la mejora continua será la clave para superar la incertidumbre y los imprevistos y dificultades que puedan surgir.

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