Artículo

Mejora Continua. ¿Enemigo del Statu Quo?

twitter
linkedin
facebook

Dice el proverbio chino que el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo.  ¿Cómo podría explicarse que el aleteo de una mariposa en Asia pueda provocar un huracán en USA? Según el Efecto Mariposa, investigado por Edward Lorenz, un pequeño cambio inicial, puede tener un efecto considerable en el medio y largo plazo. 

Pero conseguir ese pequeño aleteo, no es tan sencillo. Decía el escritor Samuel Johnson que “no hacer nada está al alcance de todos». Pero no solo eso, sino que el ser humano es por naturaleza resistente al cambio, por miedo a lo que no se conoce y el impacto que nuevas rutinas puedan traer consigo, y es que “más vale malo conocido que bueno por conocer”. 

Las personas incorporamos el statu quo como el estado natural, sintiendo cualquier cambio como una pérdida. En 1988, William Samuelson y Richard Zeckhauser  elaboraron un estudio para probar cómo las personas, ante una decisión optamos por la opción más familiar. Introdujeron el concepto de sesgo de statu quo a través de una serie de experimentos sociales en los que se demostraba el peso del statu quo en la toma de decisiones y cómo esto conlleva a una resistencia al cambio. 

En 1985, Coca Cola propuso a sus consumidores una reformulación del sabor original. En las pruebas de sabor a ciegas, muchos de los usuarios se decantaron por el sabor de New Coke, frente a Coca Cola Classic. Sin embargo, a la hora de hacer la compra, era Coca Cola Classic la seleccionada.  

Si pensamos en la elección de un sandwich para comer, muy probablemente la selección sea alguno que previamente hayamos probado, parece más seguro esto que correr el riesgo y que el sandwich no sea de nuestro gusto, ¿no?

En definitiva, las personas actuamos por inercia y salir de nuestra zona de confort supone un esfuerzo, por el simple hecho de activar la parte racional del cerebro y activar nuevos procesos y rutinas. Esta conducta lleva, en muchas ocasiones a la pérdida de oportunidades. 

En el ámbito empresarial, quedarse parado no solo implica la pérdida de oportunidades, sino en muchos casos la propia desaparición del negocio y es que los mercados obligan a las empresas a ofrecer lo mejor de sí mismas para crecer. 

Pensar en Evolución y Mejora Continua, es pensar en Cambiar. Todas las personas, todos los días, en todas partes han de ser partícipes de ese cambio. Pero, ¿cómo activar esta proactividad en los equipos? ¿cómo conseguir que el cambio cultural y la mejora continua no solo sean un proyecto empresarial sino un reto individual de cada miembro del equipo?

El Cambio Cultural y la Mejora Continua han de asumirse como un recorrido o programa a largo plazo en el que implicar a todas las personas de la organización, todos los días y en todas las áreas. Las personas son siempre un factor clave de la empresa y los procesos de transformación.

Además es habitual que los empleados desconozcan la estrategia empresarial, y mucho menos en qué medida contribuyen a su consecución. Un 94% de los líderes desconoce su impacto en la estrategia de la empresa. Para la toma de decisiones, el desconocimiento sobre los beneficios obtenidos o la posible pérdida de oportunidades, ayudará a evitar el sesgo. 

Para mejorar la involucración de los trabajadores, los líderes deben trabajar en la dinámica del equipo y en sus competencias de resolución de problemas.

Es importante el cumplimiento de 3 Reglas de Oro:

1. Reaccionar rápido a las alertas señaladas por los miembros del equipo. Para ello, será primordial estar cerca de las personas, disponer del tiempo y las competencias para implementar soluciones efectivas rápidamente y, por supuesto, conocer el proceso y los métodos. La mayor parte del tiempo de los equipos se centra en acciones correctivas, de hecho, un 85% de los problemas vuelven a ocurrir a pesar de todas las medidas implementadas. 

2. Monitorizar y Comunicar el Rendimiento del Equipo, a través de los cuadros de equipo, haciendo seguimiento frecuente del rendimiento e intercambiando feedback de forma habitual entre el equipo y los superiores. 

3. Implementar las Mejoras Necesarias, motivando a los miembros del equipo a participar, trabajar en contramedidas etc. Solo un 5% de las personas mejoran su trabajo y un 70% de las mejoras no son sostenidas después de un año. Todo esto motivado por la falta de implicación y la resistencia al cambio de los trabajadores, unido a un estado general de permisividad y falta de estandarización.

En definitiva, el futuro del liderazgo y de cualquier cambio cultural, pasa por romper el Statu quo, y es que a veces las grandes revoluciones vienen dadas por pequeños cambios, como el aleteo de una mariposa.  

Conclusión

Los KPI de crecimiento KAIZEN™ son las ventas, las tasas de conversión de marketing/ventas, las tasas de retención de clientes, la satisfacción del cliente, el tiempo de comercialización, las ventas de nuevos productos, la innovación y todos los embudos relacionados con el crecimiento (marketing, ventas y retención).

El objetivo es mejorar con KAIZEN™ y tener un impacto continuo en el crecimiento y la rentabilidad (junto con la excelencia operativa).

#cultura y organización

 

Ver más sobre Cultura y organización

Encuentra más información sobre cómo mejorar esta área de negocio

Recibe las últimas noticias sobre Kaizen Institute